viernes, 29 de agosto de 2014

La misa del otro mundo

Una leyenda cuenta la penosa historia de un joven que, habiendo quedado dormido sobre una banca dentro de la fría iglesia de Santo Domingo, de pronto al despertar se vio prisionero de la oscuridad del lugar, siendo testigo, sin quererlo, de la fantasmagórica aparición del famoso fraile sin cabeza, quien después de encender unas velas, le pidió al muchacho que se acercara hacia el altar; que su única intención era la de celebrar una misa y que para esto requería de alguien que fuera su oyente.

El Fraile sin cabeza
El Fraile sin cabeza
Aún con todo el espanto que sentía el muchacho, no le quedó sino presenciar tan insólita ceremonia y atenerse a las circunstancias. Por fin, una vez celebrada la misa, se apagaron inesperadamente las velas y el joven en su desesperación trató de huir cual entidad etérea se tratase, consiguiendo por su imprudencia romperse la cabeza contra una dura puerta, para caer finalmente sin sentido en las frías lozas del templo.

Fuente: Libro de pablo nicoli: Arequipa y sus misterios, edic. 2001.
miércoles, 27 de agosto de 2014

Sor Ana de los Ángeles

El monasterio de Santa Catalina fue fundado en 1575. En dicho lugar, muchas mujeres, jóvenes y viudas, hicieron sus votos perpetuos. Ana de Monteagudo fue hija de Sebastián Monteagudo y Francisca Ponce de León; estos últimos, para asegurar la educación cristiana de su pequeña hija, la internaron en el monasterio cuando contaba con tres años. A su edad núbil -los catorce-, Ana fue reintegrada al hogar, pues su padre la había comprometido con un joven. Ella obedeció, pero desesperada en un mundo que no conocía, decidió huir de su casa y regresar al convento, en donde permanecería hasta su muerte.

Sor Ana de los Ángeles
Sor Ana de los Ángeles (Foto: Internet)

Ana castigaba su cuerpo con azotes y se sometía a largos ayunos de pan y agua. Se dice que, entre sus milagros, con sólo aplicar parte de la tela de su hábito, desaparecían tumores e infecciones. Fueron innumerables los vaticinios sobre muertes, enfermedades, recompensas y otros. Murió el 10 de enero de 1686, tras largos 10 años de penosa enfermedad y fue enterrada en el cementerio del monasterio. Ese mismo año, el obispo Don Antonio de León inició el proceso de su beatificación. En 1731, al trasladar su cuerpo a una nueva tumba en el coro de la iglesia, lo encontraron incorrupto, intacto y con olor a flores.

Fuente: Libro de pablo nicoli: Arequipa y sus misterios, edic. 2001.
lunes, 18 de agosto de 2014

La Aparición de la Virgen Purísima Concepción de Túcume


Cuenta la leyenda que hace muchos años el pueblo de Túcume no existía donde está ubicado en la actualidad.

En el lugar donde conocemos como Túcume viejo, fundado en la colonia, se originó esta historia:

En el cerro Cueto, dos hermanitos pastoreaban siempre a sus ovejas. Cierto día se encontraron con una señora muy hermosa. Ella les habló dulcemente, lavó sus rostros, los secó y los peinó con su peine de oro. Al despedirse, la señora les pidió que no dijeran a nadie de su presencia en el cerro. Así pasaron los días y los niños acudían al encuentro de la hermosa señora, despidiéndose siempre de la misma manera.

La Aparición de la Virgen Purísima Concepción de Túcume
La Aparición de la Virgen Purísima Concepción de Túcume (Foto: Internet)

Una tarde, de regreso a casa, los padres de los niños preguntaron quién los había lavado y peinado. Al no recibir respuesta, decidieron seguirlos cuando salieran a pastorear.

Naymlap y los Señores de Lambayeque

El Mito de Naymlap o Naylamp narra el origen de los gobernantes de Lambayeque y sus ciudades quienes señorearon en la costa norte del Perú entre los años 700 a 1300 d.C., época en la que fueron conquistados por sus vecinos los Chimú, quienes en 1450 fueron, a su vez, conquistados por los Incas y finalmente por los españoles en 1535. Martín Farrochumbi, cacique de Túcume (descendiente de los gobernantes de Lambayeque) narra esta historia a Miguel Cabello de Balboa, cronista español, que la publica en 1586 como parte de su obra "Miscelánea Antártica".

El texto que a continuación presentamos es una adaptación del texto original (1):

Naymlap y los Señores de Lambayeque

Cuentan los pobladores de Lambayeque que en tiempos tan antiguos que ya se perdió la cuenta de cuantos fueron arribó de la parte suprema (2) del Perú a estas costas una gran flota de balsas comandada por un gran señor, hombre de mucho valor y calidad llamado Naymlap.

Leyenda de Naylamp
Leyenda de Naylamp (Foto: Internet)

Viajaba acompañado por una numerosa comitiva que lo seguía con reverencia y adoración como a gran caudillo. Estaba su esposa, llamada Ceterni, un numeroso harén, cuarenta de sus más valientes capitanes, el trompetero oficial (uno de los cargos más prestigiosos) llamado Pita Zofi, quien se encargaba de hacer sonar el pututo(3), Ñinacola, encargado del cuidado del anda y trono de Naymlap, Ñinagintue, encargado de la bebida, Fonga Sigde, quien tenía por misión esparcir polvo de mullu(4) por donde pisaría su señor, Occhocalo, el cocinero, Xam Muchec quien pintaba el rostro de Naymlap. Lo bañaba, adornaba y untaba con finas esencias, Ollop-copoc. Tejía y bordaba para su señor y elaboraba camisas y mantas usando la fina y complicada técnica de la aplicación con plumas de vivos colores Llapchiluli, muy querido por su Señor Naymlap, además de una numerosa y casi incontable muchedumbre.